miércoles, 12 de octubre de 2011

Pequeño anticipo del capítulo 8 "La ley de la atracción"

[...]  Son tus pensamientos, tus sentimientos, tus acciones cotidianas los que ejercen el poder de la atracción, tanto si lo deseas como si no.

¿Por qué atraemos con más frecuencia a nuestras vidas las cosas que menos queremos atraer y que más detestamos?

Te lo diré: porque te concentras en lo que no quieres. Concentras toda tu atención, todos tus pensamientos y tus sentimientos en las cosas que te dan miedo, que odias o que crees que no te mereces. Puede que creas que no piensas en ello, pero en realidad sí que lo haces, aunque sea de forma negativa. Al pensar en lo que no quieres, tus sentimientos y tus acciones se vuelven negativos también. E inevitablemente atraerás aquello que para nada deseas, porque tu poderosa mente no deja de imaginar y de pensar justo en lo que te preocupa, en lo que te angustia, en lo que no deseas que ocurra… Cuanto más fuertes sean tus sentimientos de odio, rencor, miedos, a mayor velocidad lo atraerás hacia ti.  [ ... ]
[ ... ]  Algunos dicen, que todo exceso es malo, pero yo recomendaría un exceso en concreto para mejorar nuestras vidas, haciendo caso omiso a esa afirmación —tan dudosa para mi entender—: yo recomendaría el exceso de gratitud.

Ábreles el corazón a todas las personas que te acompañan en esta vida. Debes estarle francamente agradecido a tus animales de compañía, que con su amor incondicional hacen que seas más humano en esta vida cada vez más mecanizada, informatizada y monótona, en esa jungla de asfalto y monóxido de carbono en la que estamos convirtiendo entre todos este planeta tierra.

Digo que le des las gracias a la naturaleza en general, también que des gracias por tener todo lo que tengas:
unos estupendos amigos…
unos adorables hijos…
una pareja que te ama…
un acogedor hogar…
una magnífica familia que siempre te apoyan y apoyarán…
un vehículo que te lleva a todas partes…

Dale gracias a Dios por la comida que recibes todos los días, por la ropa que hace que estés abrigado y protegido todos los días, por el agua caliente que usas para asearte, por el trabajo que tienes que te aporta unos ingresos constantes mensualmente y que te ayudan a seguir hacia delante [ sea cual sea ese trabajo]… ¡Dale gracias a Dios por la buena salud que gozas!

Da gracias a todo lo que tienes; no te olvides de nada, ni siquiera del aire que respiras…

Te recomiendo que seas bondadoso, honrado, honesto y agradecido con la vida, el universo y con todos los demás seres y objetos que te acompañan en tu día a día. Te devolverán toda esa gratitud, toda la honradez, toda la honestidad que tú le hayas dado antes, y con creces, ¡te lo aseguro! [ ...]